Entender la vida democrática como un cuerpo orgánico objeto de múltiples procesos interconectados es útil para trazar las trayectorias probables. El diseño institucional heredado y la calidad de la gobernanza tienen un papel relevante en el presente y el futuro.
Nuestra democracia se caracteriza por ser joven. A finales de año celebraremos los 40 años y eso para un sistema de gobierno tan complejo, tan unido a la naturaleza humana, a la vida entendida como evolución, es poco.
Construcción institucional: oficina nueva. Grietas y tropiezos
Nuestra Constitución (1978) es un texto del que parte la construcción institucional posterior, especialmente en los años 80: Tribunal Constitucional (1979), Consejo de Estado (1980), Ministerio Fiscal (1981), Tribunal de Cuentas (1982), LOPJ (1985), Tribunal del Jurado (1995) Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (1986), Estatutos de Autonomía…
A este esqueleto le acompañó un músculo del que sentirnos orgullosos, un sistema sanitario público y universal acompañado de un sistema educativo también público
A este esqueleto le acompañó un músculo del que sentirnos orgullosos, un sistema sanitario público y universal acompañado de un sistema educativo también público venían a sentar las bases de una realidad jamás conocida por ninguna generación de españoles. Se puso en marcha con el dinero de los presentes, que en buena parte no iban a beneficiarse, en aras de las generaciones venideras. Pudo haber sido otro sistema, un copago por ejemplo, pero se entendió que garantizar la salud junto a la educación son las dos grandes premisas para poder competir en igualdad de condiciones y eso no admitía fórmulas mixtas.
El nacionalismo, sin embargo, detectó en seguida el balón de oxígeno necesario para crecer y presentar cada competencia asumida como el triunfo de David sobre Goliat
En esa construcción institucional hubo grietas y tropiezos. Las grietas parten de un margen de buena intención. Se estableció un listado de competencias que las comunidades autónomas podían ir asumiendo sin estar obligadas a ello. Cualquier mente responsable vería en este listado algo a llevar a cabo sólo si es la mejor opción, tras un estudio o una experiencia previa que aconsejase la asunción de nuevas áreas de trabajo. El nacionalismo, sin embargo, detectó en seguida el balón de oxígeno necesario para crecer y presentar cada competencia asumida como el triunfo de David sobre Goliat. Otra grieta sería multiplicar por 17 las estructuras pensadas para el Estado. Unas comunidades autónomas lideraron la trayectoria y poco a poco todas fueron copiando la peor versión. En lugar de firmar convenios de colaboración con el Estado o entre ellas, han ido fortificando compartimentos estancos, sordas y ciegas ante las experiencias de las regiones similares en población o problemática.
Nos encontramos ante la paradoja de ir a Bruselas a aprovechar sinergias entre Estados miembros en las instituciones sin que aquí se haga lo mismo entre regiones. El Estado de las Autonomías copiado del modelo federal alemán sin aplicar la lealtad institucional permite que las regiones se dediquen a tratar de tú a tú al Estado apartando sus responsabilidades frente a la ciudadanía para alimentar un ego infinito. En definitiva, la buena intención del listado de competencias que las Comunidades Autónomas pueden ir asumiendo fue la caja de Pandora cuyos efectos más notables están a la orden del día, cuarenta años después.
En cuanto a los tropiezos, el rápido crecimiento económico de finales de los 90 tuvo el efecto del dinero fácil en la naturaleza humana, alejarse de lo que has sido, creer que todo el monte es orégano y que sólo cabe una proyección ascendente. En nuestro país se ha pasado de la mortalidad infantil a la obesidad en cuestión de pocas generaciones. La escasez ha configurado nuestra gastronomía, ha nutrido la literatura, las artes y las ciencias porque no podía ser de otro modo. No había más.
Una competencia asumida es una responsabilidad adquirida. La educación, en manos de las comunidades autónomas
Llegados a este punto, con esta pequeña pero intensa experiencia democrática, con las grietas heredadas y los tropiezos protagonizados, corresponde a esta generación asumir la responsabilidad del salto cualitativo que merecen las generaciones posteriores. Primero estrenamos oficina, luego asumimos un volumen de negocio burbujeante cuya digestión aún perdura. Resultado: lo urgente ha ido sepultando lo importante. A estas alturas caben pocas excusas para que la sociedad no exija a los poderes públicos que hagan aquello para lo que están y resulta que la competencia de educación está en manos de las comunidades autónomas.
Urge por tanto un diálogo con los adolescentes alejados de una Selectividad entendida como un hito que une diversas generaciones de españoles en lo que se demuestra como inútil
Los recursos humanos son el activo más importante de un país. Las posibilidades son infinitas y contamos con una creatividad que florece en cuanto se le da un pequeño margen. Las preguntas clásicas interconectadas, qué te gusta, qué quieres hacer, no son atendidas más que desde lo privado. Urge por tanto un diálogo con los adolescentes alejados de una Selectividad entendida como un hito que une diversas generaciones de españoles en lo que se demuestra como inútil. Una prueba que cuenta con porcentajes de aprobados similares a los resultados electorales de regímenes no democráticos certificando el pase a un sistema, el universitario, que no llega a conectar con el mercado laboral. Las licenciaturas de Derecho y Económicas siguen siendo las más demandadas por estudiantes, infiriéndose miedo e indefinición de una elección no vocacional sino residual. Por si acaso. En las antípodas de lo que se valora.
Velar por el libre desarrollo de los que vengan mañana es tan etéreo como complejo pero los poderes públicos deben implicarse sin inmiscuirse. Asumir que la autorrealización es una tarea individual y colectiva es un cambio de mentalidad que redefine el concepto de solidaridad más allá de transferencias económicas directas. Entender que la sociedad es un conjunto de eslabones en la que la generación presente debe velar por el futuro de la misma manera que hicieron con ella es un salto cualitativo con implicaciones en vertical y en horizontal.
En horizontal
Que cada uno piense en si es habitual o no toparse con personas que amen lo que hacen. Buenos profesionales, en el ámbito que sea, motivados ante su tarea. En estrecha relación con el emprendimiento, los negocios no se mantienen en el tiempo por suerte sino por un trabajo constante y unas estructuras previas. Lo primero es individual, no así lo segundo donde se exige una atención constante sobre necesidades concurrentes.
En vertical
La voracidad de la corrupción proviene tanto de la desactivación de controles, como de grietas y tropiezos pero también de una realidad: muchos de nuestros representantes políticos son incapaces de mantener ese sueldo en el sector privado gracias a su talento. Y contra eso, no hay Código Penal que valga porque nunca habrá suficientes medios policiales y judiciales contra un ejército constituido por los ayuntamientos de 8.000 municipios, las diputaciones provinciales, cabildos, consejos insulares, comunidades autónomas, Estado, y el arsenal de empresas públicas, entre otros.
Soluciones
El paro juvenil en España es del 38,6%, más que el triple de la media de la OCDE (11,9%). ¿Qué progreso cabe alcanzar con esa base? ¿Cómo no van a triunfar opciones políticas que venden humo envasado en ilusión?
La formación profesional es una herramienta de oro que urge revalorizar. No se trata de inventar la pólvora sino de volcar los esfuerzos para motivar a los adolescentes a que se apasionen por lo que quieren hacer. Eso pasa por las instalaciones, los proyectos, las competiciones entre institutos, entre regiones. En este punto Andalucía es líder con las Olimpiadas de la FP (“AndalucíaSkills”); y ese es el camino. Las empresas repiten hasta la saciedad que valoran más lo intangible que los títulos: la motivación, la adaptación, la inteligencia emocional, la comunicación, la asertividad, el ánimo resolutivo no lo proporciona la universidad, o se aprende en casa o se aprende a través de la experiencia. Y es precisamente la acción la clave para desenredar un desajuste que se ha anquilosado en un paro estructural siempre superior a la media europea. El paro juvenil en España es del 38,6%, más que el triple de la media de la OCDE (11,9%). ¿Qué progreso cabe alcanzar con esa base? ¿Cómo no van a triunfar opciones políticas que venden humo envasado en ilusión?
El abandono escolar, la baja cualificación, la precariedad laboral y el paro son una espiral negativa cuya presencia es poco menos que epidémica en nuestro país. De ahí a la pobreza, exclusión o delincuencia no media demasiado. Baleares bate récords a nivel español y europeo en el abandono escolar en la población entre 18 a 24 años pero no se percibe como problemático. En 2016, la tasa del archipiélago fue del 26,6%, siendo País Vasco la región española con la más baja, un 7,9%. Salvando las distancias, cabe copiar lo que funciona y para eso hay que cooperar entre regiones.
La formación profesional es el primer eslabón de la cadena que termina en emprendimiento y progreso
La formación profesional es el primer eslabón de la cadena que termina en emprendimiento y progreso. Ofrece el pragmatismo, la flexibilidad, la adaptación, la comunicación permanente con el sector privado para formarse al más alto nivel en conexión con las necesidades empresariales locales, regionales e internacionales. Cuenta con una variante, llamada formación dual que consiste tal y como explica la Fundación Bertelsmann “es una modalidad de Formación Profesional en la que el centro educativo y la empresa se corresponsabilizan de la formación del aprendiz. La formación se realiza en régimen de alternancia entre el centro educativo y la empresa. La FP dual va más allá de los planes de prácticas tradicionales ya que, por un lado, las empresas imparten contenido formativo con valor curricular y, por otro lado, pueden adaptar el currículum académico a sus necesidades. En general, el centro educativo impartirá los conocimientos teóricos mínimos e imprescindibles y la empresa completará el resto de contenidos; el estudiante, ahora aprendiz de una empresa, adquirirá conocimientos principalmente mediante el trabajo.“ Este aprendizaje a través del “hacer” es inasumible para la universidad, un marco que se demuestra demasiado rígido y que por ello es apto para otro tipo de objetivos.
Al listado de ventajas se añade mejorar la productividad, cambiar de trayectoria a través del reciclaje o acreditar experiencia no reglada, muy útil para, por ejemplo, mujeres que dejaron sus estudios o trabajos para cuidar de un familiar dependiente y al cabo de los años necesitan acreditar esa experiencia acumulada para volver al mercado laboral. El camino para lograr el equilibrio entre la constancia y la perseverancia de la vieja escuela y la inteligencia emocional necesaria para desenvolverse en el mañana es la acción, la experiencia y el error.
En el siguiente eslabón encontramos los Hubs tecnológicos, los cuales se encuentran con una barrera significativa: faltan ideas. Es muy ilustrativo que el paisaje de cualquier ciudad española se forme por el triunvirato de bares, gestorías y autoescuelas. La innovación se percibe en el sector de la hostelería y ejemplifica el cómo: desde la base. Lo de siempre pero con algo más y es en la búsqueda individual de ese “je ne sais pas quoi” donde reside el acierto.
El emprendimiento parte de la creatividad y se nutre de la competición. Los poderes públicos tienen que sembrar las bases que nutren la creatividad, ampliar los horizontes comenzando a hablar de ello, a lanzar ejemplos, a abrir las posibilidades en las mentes de aquellos que deberán tomar un rumbo sobre su vida al cabo de lo que dura una legislatura. En el diseño de ese futuro, las comunidades autónomas juegan el rol central al haber asumido las competencias. De ellas depende luchar contra el abandono escolar y revertirlo impulsando el devenir de su población a través del hacer.
Y ya de paso, centrar a las comunidades autónomas en un rol de tarea con unos objetivos basados en el progreso nos permitiría salir de una insoportable esclerosis
En definitiva, heredamos una construcción institucional que nos ha permitido llegar hasta aquí y es en el ámbito de la educación donde reside el reto. Como si de una cadena se tratara, superar la titulitis en favor del saber hacer. Esto no es otra cosa que promover el caldo de cultivo del emprendimiento basado en el desempeño de una profesión, con efectos tan relevantes como reforzar los lazos que unen al ciudadano con la comunidad, mejorar su empleabilidad y por ende su realidad. Protegernos como sociedad de nuestra peor versión, alimentada por el miedo, el cortoplacismo y la resignación. Y ya de paso, centrar a las comunidades autónomas en un rol de tarea con unos objetivos basados en el progreso nos permitiría salir de una insoportable esclerosis. No sólo porque tiene implicaciones en horizontal y en vertical, a corto, medio y largo plazo sino porque configura lo que podemos llegar a ser superando un inmovilismo en el que lo único que pasa es el tiempo y los gobiernos.