El ejemplo de Alemania - Jorge Valencia Ilarregui

Si uno observa las estadísticas sobre los diferentes aspectos que se están monitorizando para conocer el alcance de la pandemia del virus COVID-19 que asola al mundo, lo primero que sorprende son las bajas tasas – tanto de contagiados como de mortalidad- de Alemania en comparación con otros países como Italia o España, dos de los más afectados.

A 29 de Abril de 2020, son 160.943 los contagiados en Alemania con un total de 6.376 fallecidos, lo que teniendo en cuenta su población de más de 81 millones de habitantes, supone una tasa de 1.881,52 contagiados y 72,9 muertos por cada millón de habitantes.  España, con la mitad de población de la que tiene Alemania, registra ya 236.899 infectados y 24.275 fallecidos, ocupando lamentablemente el número uno en el mundo en contagios y muertos en proporción a su población (4.508,05 contagiados y 509,51 muertes por millón de habitantes) (1)

Según la mayoría de los expertos estas bajas tasas en Alemania se deben principalmente a una rápida reacción del país al comienzo de la pandemia

¿A qué se deben tan enormes diferencias? Es la pregunta que todo el mundo se hace. Según la mayoría de los expertos estas bajas tasas en Alemania se deben principalmente a una rápida reacción del país al comienzo de la pandemia, entre otros factores. Es decir, a una reacción preventiva para detectar el mayor número de personas contagiadas lo antes posible y poder así aislar a esas personas evitando que el virus se extienda rápidamente entre la población.

Según Christian Drosten, director del Instituto de Virología del hospital Charité de Berlín, “El secreto está en la cantidad de test PCR en la primera semana”. Los laboratorios alemanes ya comenzaron a desarrollar kits de prueba de coronavirus a comienzos de año cuando se advirtió que aquello podía convertirse en una pandemia a nivel mundial, por lo que los laboratorios estaban abastecidos antes del primer caso confirmado en el país.

Otro de los factores es la previsión. En el año 2012 el Parlamento alemán encargó al Instituto Robert Koch de Virología un informe en el que se detalla un protocolo de actuación sobre cómo reaccionar ante una pandemia a partir de un simulacro. Es decir, Alemania disponía ya de un plan de actuación para el caso de que se diera una pandemia como la del COVID-19 por lo que lo único que tuvo que hacer fue ponerlo en práctica.

Además de la previsión y la prevención, los expertos hablan también de otros factores que podrían explicar la baja tasa de mortalidad en el país como es el número de camas de cuidados intensivos en los hospitales. Alemania dispone de 33,9 camas de cuidados intensivos por cada 100.000 habitantes, mientras que España tiene 9,7 e Italia 8,6 (Statistisches Bundesamt Destatis 2020 ).

Pero, sobre todo, la gran diferencia entre dos países como Alemania y España es la gestión política de esta crisis y la capacidad y responsabilidad de sus gobernantes

Pero, sobre todo, la gran diferencia entre dos países como Alemania y España es la gestión política de esta crisis y la capacidad y responsabilidad de sus gobernantes. Angela Merkel advirtió ya al comienzo de la pandemia y después de consultar a sus expertos, de que entre el 60% y el 70% de la población podría acabar contagiándose con un virus de tales características si no se tomaban medidas y que la prioridad era “ralentizar la propagación”.

Esto es, mientras la canciller de Alemania asumía la realidad y advertía a sus ciudadanos del calibre del problema al que nos enfrentábamos (“Es la mayor amenaza la que nos enfrentamos después de la Segunda Guerra Mundial”, llegó a decir) el Gobierno de España no solo negaba la realidad infravalorando la amenaza del COVID-19, sino que además animaba a participar masivamente en las manifestaciones con motivo del día de la Mujer que habían convocado a lo largo y ancho de la toda la geografía española el 8 de Marzo. No fue hasta una semana después cuando Sánchez decretó el Estado de Alarma. Y una semana puede ser crucial a la hora de frenar un virus con tal facilidad y velocidad de propagación, sobre todo al comienzo de los primeros contagios, que es donde realmente se puede bloquear considerablemente la tasa de infectados de cara al futuro. No podemos olvidar que ya teníamos además el ejemplo de Italia, donde el comienzo de los contagios había comenzado antes expandiéndose a gran velocidad.

Por otro lado, hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había advertido el 25 de Febrero (esto es casi 2 semanas antes de que Sánchez y sus ministros y ministras apelaran irresponsablemente a todos los ciudadanos a abarrotar las calles de toda España) de que nos preparáramos para una pandemia a nivel mundial.

Una vez reconocida la gravedad de la amenaza, tarde y mal, la gestión de la crisis no ha podido ser más catastrófica. Pedro Sánchez y sus ministros han improvisado continuamente

Una vez reconocida la gravedad de la amenaza, tarde y mal, la gestión de la crisis no ha podido ser más catastrófica. Pedro Sánchez y sus ministros han improvisado continuamente, anunciando una cosa por la mañana y desdiciéndose por la tarde según las diferentes reacciones, por no hablar de la falta de test para la población y para los sanitarios, las compras de test defectuosas o la falta de material adecuado para los sanitarios (España encabeza también el ranking de sanitarios infectados). El pasado 21 de Abril, dos meses después de la advertencia de la OMS, el gobierno seguía buscando test efectivos tras volver a rechazar por segunda vez el pedido con el que la empresa china a la que habían encargado los test pretendía reemplazar el primer pedido, también inservible.

si se hubiera actuado a tiempo y tomando las medidas necesarias, no hubiera sido necesario un confinamiento tan estricto.

Lo único que ha hecho el Gobierno es dar palos de ciego y mantener a toda la población encerrada con uno de los confinamientos más estrictos del mundo sin haber tomado las medidas necesarias para una detección precoz del virus a través de test masivos en las primeras etapas de la pandemia. Hay que recordar que en Alemania nunca ha habido un confinamiento de tales características, permitiéndose salidas individuales o de dos en dos al aire libre siempre y cuando se respetaran las distancias de seguridad. Es decir, si se hubiera actuado a tiempo y tomando las medidas necesarias, no hubiera sido necesario un confinamiento tan estricto.

Sin embargo, el Gobierno Español, lejos de pedir perdón por su incompetencia a la hora de enfrentarse a esta pandemia, no solo saca pecho de su gestión (con algunas honrosas excepciones como la ministra Margarita Robles) sino que además protagoniza espectáculos como el último intento de trampear las estadísticas sobre la cantidad de test realizados. La OCDE pilló al gobierno de Sánchez mintiendo sobre estos datos y tuvo que rectificar la información previamente suministrada por el ministro.

Y en cualquier caso, aun asumiendo como buenos estos datos rectificados, ¿cuándo se realizaron dichos test?, porque como decía, es crucial la detección precoz para frenar la propagación del virus. Si uno observa las estadísticas verá cómo mientras el resto de países ha ido proporcionado casi diariamente el número de test realizados desde el comienzo de la pandemia, España aparece representada misteriosamente por 2 puntos perdidos en el tiempo unidos por una línea. Esto significa que la primera vez que España proporcionó esta información al organismo fue el 13 de Abril (un mes después de que comenzara el confinamiento).  Por otro lado, se puede observar como la curva correspondiente a Alemania comienza a crecer antes que la mayoría de los países y se mantiene siempre, junto con Suiza a la izquierda de la gráfica, con una distancia considerable al resto. Esto es, si tomamos una cantidad X de test realizados, Alemania alcanza esa cantidad en una fecha anterior al resto de países.

Fuente: Our World Data. University of Oxford 

Tomemos por ejemplo el día 8 de Marzo, justo al comienzo de la pandemia y observemos el gráfico. Alrededor de ese día la gran mayoría de los países empiezan a realizar test a la población. Corea del Sur, donde la epidemia ya estaba más avanzada, encabeza la lista con una tasa de 3,68 por 1.000 personas, seguida de Alemania con un 1,49. Una semana más tarde, Alemania ya doblaba el número de test realizados con una tasa de 3. El resto se mantiene con tasas más bajas.

Fuente: Our World Data. University of Oxford 

La incompetencia y la irresponsabilidad pueden ser en circunstancias normales mayor o menor motivo de crítica, con consecuencias más o menos graves, pero en situaciones como la que atravesamos, además cuestan  vidas

Como decía, no hay datos sobre España en esas fechas, pero sabemos qué hacía el gobierno en ese momento: Alentar a la población española a abarrotar las calles. Y lo que es peor, ni siquiera era para defender los derechos y la igualdad de las mujeres, sino para continuar cavando la zanja entre españoles. La incompetencia y la irresponsabilidad pueden ser en circunstancias normales mayor o menor motivo de crítica, con consecuencias más o menos graves, pero en situaciones como la que atravesamos, además cuestan vidas.