Ofelia Acevedo Maura, ingeniera de formación, no es sólo la viuda de Oswaldo Payá, el hombre que era líder de la oposición política al régimen cubano y Premio Sájarov a los Derechos Humanos del Parlamento Europeo, sino una mujer igualmente comprometida con la recuperación de las libertades en su país, que ha afrontado a lo largo de toda su vida el riesgo de expresar sus ideas políticas dentro de Cuba, participando activamente en multitud de iniciativas políticas dirigidas a la recuperación de las libertades anuladas por el régimen de los Castro.

Aunque ha pagado un altísimo precio personal, incluido el asesinato de su esposo hace 6 años, sus profundas convicciones y su entrega incansable a la lucha por la libertad han hecho posible que este año 2018 vea la luz el libro que su marido dejó terminado y que no pudo publicar como consecuencia de su muerte el 22 de julio de 2012.

En palabras de Rosa María Payá, hija de ambos y continuadora de la lucha de sus padres, el libro es una reflexión sobre cómo y porqué los cubanos hemos llegado a este punto de la Historia y sobre cómo podemos salir.

¿Cuál es el propósito que le ha llevado a recuperar los textos escritos por su esposo Oswaldo Payá y, con el título La noche no será eterna, convertirlos en un libro que se edita 6 años después de su asesinato?  La Noche No Será Eterna es un libro. Lo escribió Oswaldo Payá y logró terminarlo apenas un mes antes de que lo asesinaran. Él deseaba editarlo lo más rápido posible. Y ése era también mi propósito, pero antes había que iniciar un proceso de revisión y edición del texto manuscrito, que él apenas pudo empezar. Me di a la tarea en medio del dolor por la pérdida de Oswaldo, y con la ayuda de unas amigas a revisar el texto y posteriormente sacarlo discretamente del país. A nuestra familia aun nos tomó un año salir de Cuba. Los primeros años del exilio son muy difíciles para todos, para nosotros, sin Oswaldo, han sido particularmente duros. Pasado un tiempo retomé el libro nuevamente y unos amigos editores hicieron la primera y fundamental edición, pero nos tomó mucho tiempo poderlo imprimir, teníamos que adaptarnos a la nueva vida de exiliados con todo lo que conlleva, solo por etapas podíamos retomarlo. Hicimos intentos con varias casas editoras reconocidas y no logramos concretar el proyecto con éstas. Misteriosamente el proyecto se frustraba después de que todo parecía ir bien. Por todas esas razones fundamentalmente es que ve la luz 6 años después de que mi esposo finalizó su redacción. El libro es una reflexión sobre Cuba en este momento crucial de su historia. Momento que se dilata más de lo deseado por los cubanos, precisamente por las razones que mi esposo relata en el libro.

Ofelia Acevedo - Juan Luis Fabo 2El título transmite esperanza, pero la palabra “eterna” sugiere que todavía falta mucho para el amanecer de la libertad en Cuba. ¿Cuándo imagina que ese amanecer pueda ser una realidad? La palabra “Eterna” sugiere que la noche que representa el totalitarismo que aún vivimos los cubanos ha sido larga, muchos no han logrado sobrevivir esta penosa etapa de nuestra historia, pero eso no significa que no haya un amanecer de liberación, que no sólo está en parte en las manos de los cubanos que deseamos ardientemente vivir felices en nuestro país, sino también, y es muy importante, en la solidaridad que recibamos de las personas, instituciones y gobiernos de buena voluntad del mundo que tengan como referencia al pueblo cubano, no a los que le han usurpado su soberanía.

Defendió con su vida el derecho de los cubanos a tener una voz

En el prólogo usted recuerda que, más allá de su profesión de ingeniero, la verdadera vocación de Oswaldo Payá al frente del Movimiento Cristiano Liberación fue la búsqueda incesante de caminos pacíficos que permitiesen a los cubanos conquistar los derechos fundamentales negados por la dictadura castrista. ¿Cuál es el principal legado que usted destacaría de toda aquella labor que le costó la vida? El sostén de todo su proyecto político para Cuba, de sus documentos, presente en sus entrevistas, sus discursos y en cada ocasión que le daban voz para expresarse, es una constante siempre, la defensa a priori del derecho de los cubanos a participar con sus voces en las decisiones que afectan sus vidas. Él decía, Dios nos creó libres y somos los cubanos los responsables de nuestras vidas, somos los que tenemos que decidir libremente cómo queremos vivir. Defendió con su vida el derecho de los cubanos a tener una voz.

Todo el Proyecto liberador que Oswaldo Paya puso a disposición de sus hermanos cubanos tiene como base la participación ciudadana. Basta ya que hablen por el pueblo, decía, “vamos a escuchar su voz en un Plebiscito”,

El Proyecto Varela, El Proyecto Heredia, El Camino del Pueblo, Unidos en la Esperanza, sus convocatorias al Dialogo Nacional, Foro Cubano, el Proyecto “Todos Cubanos” que dio paso al Programa Transitorio y otros más, todo los ponía a disposición de los ciudadanos, hasta donde pudo dentro de un régimen de no derechos que lo persiguió hasta que lo asesinó. Ese es su legado principal, contribuyó a devolverles a los cubanos su dignidad.

Oswaldo Payá dejó escrito que la Revolución trajo una esperanza para los pobres que vivían oprimidos antes de 1959 y también que millares de familias se beneficiaron en un primer momento de algunas medidas, pero también explicó cómo, a continuación, el castrismo se instaló en el totalitarismo reprimiendo duramente todo lo que no fuera adhesión incondicional e imponiendo la pobreza a través de la falta de oportunidades y de las prohibiciones hasta generar grandes diferencias entre una nueva clase rica minoritaria y otra multitudinaria pobre. ¿Qué necesita Cuba o, mejor dicho, que necesitan los cubanos para progresar y tener más justicia social?  En primer lugar, liberarnos del castrismo. Lograrlo es nuestro desafío principal y nuestra meta. Nunca los cubanos han sido más pobres, ni han estado más indefensos, precisamente por estar desprovistos de derechos. Nuestro país está en ruinas. Luego tendremos que trabajar duro porque reconstruir el tejido social tan dañado es la tarea más difícil pero no será imposible. Con libertad y derechos consagrados en una verdadera constitución y con la ayuda de Dios, Cuba renacerá libre y en paz como enunció Oswaldo tantas veces.

Han levantado en contra a hermano contra hermano, amigo contra amigo y han dividido la sociedad a base de mentiras, terror e impunidad

Su esposo también escribió en sus últimos años que “ahora no tiene sentido buscar culpables porque en realidad todos hemos sido víctimas”, pero al mismo tiempo resaltó el ejemplo de Miguel Ángel Quevedo, director de la revista cubana Bohemia, pidiendo perdón en una carta escrita antes de suicidarse en 1969 en la que lamentaba haber ayudado a construir la mentira de la Revolución y el endiosamiento de Fidel Castro. ¿Cree que en Cuba es necesaria la petición de perdón por el daño causado y el reconocimiento de la responsabilidad propia? Sí, absolutamente necesario e indispensable en todas las sociedades dañadas y por tanto muy polarizadas, donde los regímenes como el que aún tenemos en Cuba, han levantado en contra a hermano contra hermano, amigo contra amigo y han dividido la sociedad a base de mentiras, terror e impunidad. Se hace imprescindible buscar la verdad y exponerla, pedir perdón demostrando verdadero arrepentimiento y el compromiso público de que el pasado no volverá. Solo así derrotaremos la impunidad y podemos iniciar un proceso de perdón que nos devuelva la paz para reconstruir la sociedad. Creo firmemente que ese proceso es posible y profundamente liberador.

El libro recoge un escrito en el que su esposo se refiere a Venezuela señalando que Chávez estaba enfrentando a los venezolanos entre sí del mismo modo que Fidel lo hizo en Cuba para imponer el totalitarismo. Desde luego los acontecimientos posteriores corroboran las palabras que Oswaldo dejó escritas. ¿Tal como van las cosas hasta qué punto cree que llegará Venezuela a parecerse a Cuba? Los orígenes de ambos procesos, inicialmente catalogados de revolucionarios, fueron diferentes en ambos países. Por eso el totalitarismo de Maduro tiene ciertas características que nunca tuvo el totalitarismo Castrista en Cuba.

Actualmente el mundo entero sabe que la inteligencia cubana es quien dicta y dirige gran parte del proceso de instalación del totalitarismo en Venezuela. A estas alturas identificamos muchas similitudes en ambos procesos, porque ellos no son creativos para nada, tienen el mismo librito que les escribió Lenin. El objetivo es claro, convertir a Venezuela en una sociedad totalmente sometida por el terror para siempre, a cambio tiene que contribuir con sus recursos naturales a que el gobierno de Cuba pueda seguir manteniendo la vida del campamento sitiado en el que sobrevivimos los cubanos.

Su esposo denunció la utilización sistemática de las escuelas y las universidades como instrumentos de adoctrinamiento y reclamaba una educación para la libertad. ¿Cómo habría de ser el sistema educativo en Cuba para procurar la formación y el desarrollo en libertad de los jóvenes? Yo creo que el sistema educativo en Cuba debería garantizar el respeto a la conciencia de los niños, de los jóvenes y de los maestros. Creo que la formación de esa conciencia es labor de los padres.

Creo que educar en la libertad es más fácil que adoctrinar en la mentira y en la distorsión de la historia, como han venido haciendo durante estos últimos 60 años, amparados en que es el régimen quien tiene el monopolio de toda la información incluida la histórica.

Mi esposo, como maestro que fue, preocupado por este tema, redactó un Programa de Educación en el año 2003, que puso a disposición de un grupo de educadores cubanos y que tituló Proyecto de Educación Cristiana para Cuba, pero no es confesional ni exclusivo para cristianos. De hecho, ese grupo de educadores eran mayoritariamente no cristianos. El proyecto tuvo tan buena acogida que el Gobierno inquirió a muchos de estos profesores por haber participado y opinado en esa conferencia de la presentación, ofrecida por Oswaldo y se quejó fuertemente a la Iglesia como auspiciadora de ese evento por invitar a Oswaldo al mismo.

En la práctica, en Cuba es muy difícil no solo discrepar públicamente del Gobierno, sino criticar abiertamente cualquier política dentro de las universidades. Es una lección muy bien aprendida por todos los estudiantes que quieren sobre todo graduarse, ubicarse en un buen trabajo hasta que puedan huir del país. Para lograr ese objetivo hay que portarse lo mejor posible por eso en Cuba las únicas manifestaciones que hacen los estudiantes son para apoyar el régimen.

El Gobierno sintió pavor cuando, aún en medio de la brutal represión, las personas continuaron firmando el proyecto Varela

El Proyecto Varela fue un de las iniciativas más importantes en las que participó su esposo. ¿Qué consecuencias tuvo aquella solicitud de cambios democráticos dirigida al gobierno de Fidel Castro presentada en 2002 con la firma expresa de miles de cubanos comprometidos y residentes en Cuba? Fue un paso muy importante porque inició el proceso de liberación del miedo de muchos ciudadanos. El Gobierno sintió pavor cuando, aún en medio de la brutal represión, las personas continuaron firmando el proyecto Varela. Los Castristas descubrieron que sus recursos de mentira y terror no funcionaron contra eso, también demostró la falsa doctrina del régimen de que el pueblo los apoyaba totalmente. Comprobaron además que el Movimiento del Proyecto Varela tenía una amplia base de ciudadanos.

Entonces Fidel Castro desató la peor ola represiva de su historia, movilizaciones y cambios de la constitución, aun violando su propia ley. Descaradamente y burlándose de todo el pueblo cubano proclamó que el sistema creado por él a la fuerza, (porque nunca nadie lo ha elegido libremente), es irrevocable. Finalmente encierra y condena en juicios sumarios a la mayoría de los dirigentes del proyecto Varela en todo el país, recibieron largas condenas de prisión y 8 años más tarde, fueron sacados de las prisiones a cambio del destierro. Soy consciente que algunos recibieron grandes presiones para obligarlos a aceptar la deportación, solo unos pocos resistieron y permanecieron en Cuba.

El Proyecto Varela marcó un hito en la lucha del pueblo cubano por su libertad. Se puede hablar de un antes y de un después del Proyecto Varela. Es hasta el día de hoy la referencia de muchos cubanos cuando se habla de su contribución al camino para la liberación. Muchos aún guardan y muestran con orgullo su certificado de participación en el Proyecto Varela y cuentan cuánto tuvieron que hacer para salvar las firmas de la brutal represión hasta hacerlas llegar a su destino. Fue sin duda el momento cumbre en nuestra historia por la liberación del totalitarismo, por la vía pacífica, hasta el día de hoy, en que aún no se han visto materializadas esas demandas de los ciudadanos que son el primer paso para la verdadera transición hacia la democracia.

Oswaldo Payá habla en el libro reiteradamente de reconciliación y esperanza. ¿En la práctica qué es lo que significaban estas dos ideas fundamentales para su esposo? El proyecto totalitario y opresivo lo primero que hace es, instalar la Cultura del Miedo, arrancarle la esperanza a la gente de que pueden realizar el sueño que todos tenemos para nuestras vidas. Por eso inician un proceso de cristianización de la sociedad tempranamente, una vez que se sienten seguros en el poder.

Mi esposo se dio a la tarea de luchar contra eso. Tratar de mantener la esperanza en las gentes, era para mi esposo la capacidad de no dejarnos dominar por el miedo. De que el odio no nos venza, que no mate nuestro espíritu y podamos volver a confiar en el otro y poder crear el clima de confianza necesario para iniciar el proceso de liberación, por eso una y otra vez repetía, “No nos van a dominar más por el miedo.” Esa idea está presente en todo el proyecto de liberación que concibió para Cuba. Documentos como “Unidos en la Esperanza”, redactado por Oswaldo, como conclusión del proceso de dialogo nacional y que recogió cientos de aportes de cubanos de todo el país, da una clara visión sobre la importancia de mantener el don de la esperanza. Otros de sus documentos fueron, “No Mataran la Esperanza,” que redactó en el 2011, “Cuba, tu esperanza de Libertad” que escribió en el 2009, por solo citar algunos.

En cuanto a la idea de la reconciliación el escribió que “el camino hacia la reconciliación entre todos, anhelo de nuestro pueblo, es el camino del respeto a los derechos humanos.” Y continua, “porque todos los cubanos somos hermanos y queremos vivir libres y en paz.”

Para iniciar el camino de la reconciliación, elaboró la Ley de Reencuentro Nacional, y con el Movimiento Cristiano Liberación y la participación de opositores y ciudadanos, fundó los Comités Ciudadanos de Reconciliación y Diálogo de Foro Cubano, en nombre de los cuales, el 18 de diciembre de 2007 presentó a la Asamblea Nacional del Poder Popular dicha propuesta de Ley junto con la Ley de Amnistía para los presos políticos.

Del testimonio de su esposo si algo destaca por encima de todo es el deseo de libertad y una capacidad extraordinaria para reclamarla pese a las circunstancias más adversas y la coacción ejercida desde un poder absoluto. ¿Qué le diría usted hoy si él pudiera escucharle?  Solo dos cosas: que lo extrañamos muchísimo y algo que yo sé que él hace, proteger a Rosa María su hija, que ha decidido continuar su proyecto para Cuba.

Fotografía: Antonio Salvador