El pacto firmado por UPN y C´s para concurrir juntos a las próximas citas electorales en Navarra ha levantado de nuevo la polvareda sobre el intocable y venerado régimen foral de Navarra. También ha sorprendido a propios y extraños la supuesta traición del partido de Albert Rivera a su postura en relación al citado régimen fiscal y al cupo vasco, pues supuestamente habrían renunciado a su posición contraria a estos regímenes fiscales especiales para rubricar el pacto con los regionalistas.
la realidad es que Ciudadanos nunca ha estado en contra de los privilegios fiscales
El problema es que nos hemos acostumbrado en España a confiar en las palabras sin atender a los hechos. Es decir, nos tragamos con facilidad todo lo que nos digan los políticos sin comprobar su veracidad en la práctica. Y la realidad es que Ciudadanos nunca ha estado en contra de los privilegios fiscales de los que gozamos en Navarra y País Vasco.
Sí, su líder a nivel nacional ha mantenido un discurso, sobre todo al principio, en contra de estos regímenes fiscales especiales, pero nunca en las comunidades autónomas en cuestión. Es decir, han dicho siempre una cosa en Madrid y otra distinta en Navarra y País Vasco. Vamos, lo mismo que llevan haciendo toda la vida PP y PSOE. De hecho, solo UPyD tuvo un discurso a favor de la igualdad entre españoles y coherente en la práctica, con un mismo mensaje en toda España, defendiendo sin complejos la supresión de dichos regímenes también en el País Vasco y Navarra. No se trata de una cuestión de “suicidio político” o “falta de pragmatismo”, como estamos cansados de escuchar, sino de tratar con respeto y no engañar a los ciudadanos a los que vas a pedir el voto. Algo bastante serio.
Lo que ha hecho Ciudadanos con este pacto es quitarse la careta definitivamente y dejarlo por escrito, sin disimulos
Por eso, pensar que Rivera ha traicionado ahora su postura a favor de la igualdad entre españoles es de una adorable ternura, pero, en fin, nunca es tarde para caer del guindo. Lo que ha hecho Ciudadanos con este pacto es quitarse la careta definitivamente y dejarlo por escrito, sin disimulos. Dejar claro que nunca han defendido la igualdad entre españoles más allá del discurso y demostrar lo que muchos venimos advirtiendo desde hace mucho tiempo: Ciudadanos es un partido sin ideología ni principios, cuya única posición política es aquella que más convenga según el momento, las encuestas o el lugar donde se encuentren. En cualquier caso, nada “nuevo” ni mucho menos con intención de regenerar la democracia española, cada día más deteriorada.
Muy revelador resulta también el hecho de que esta coalición en la que concurren juntos UPN, PP y Ciudadanos se haya vendido a la ciudadanía en dos pasos, como si fueran hechos aislados y sin aparente relación entre sí. Primero UPN y PP pactaron ir juntos a las elecciones recuperando el antiguo pacto que mantenían ambos partidos en Navarra al estilo “franquicia” PSOE-PSC en Cataluña. Y unos días más tarde UPN pactaba por otro lado con Ciudadanos lo mismo: concurrir juntos a las próximas elecciones generales y municipales y autonómicas. Es decir, un pacto entre tres partidos, pero como si fueran de dos en dos por separado con un eje común que es UPN.
Pablo Casado y Albert Rivera no han querido aparecer juntos en la foto del pacto
¿Y esto por qué? Pues el mismo líder de UPN reconocía en una entrevista posterior a las preguntas del periodista que Pablo Casado y Albert Rivera no han querido aparecer juntos en la foto del pacto porque “están compitiendo en este momento por el mismo espacio electoral, por el centro-derecha de este país”. Sí, los mismos que han puesto en valor esta coalición pues supone “apartar diferencias para defender un objetivo común”, son incapaces de aparecer juntos en la foto de dicha coalición porque están compitiendo electoralmente en el resto de España. Estupendo.
Realmente si uno ha seguido un poquito la actualidad en los medios de comunicación estos días, se puede dar cuenta de lo lamentable y ridículo que resulta todo esto. Si ustedes se leen el documento firmado por UPN y C’s, comprobarán que el único contenido político que contiene es el acuerdo de “respetar el Régimen Foral, tal y como viene definido en la Constitución, expresión de los derechos históricos y constitucionales del antiguo Reino de Navarra. Así como a defender el marco constitucional como máxima expresión del deseo de convivencia, unión e igualdad de todos los españoles”. Sí, son capaces de defender en el mismo párrafo la igualdad y la desigualdad entre españoles.
¿Cabe cachondeo mayor?
Por otro lado, Luis Garicano salió a decir al día siguiente de que su partido firmara respetar nuestros sacrosantos derechos históricos, que Ciudadanos abogaría por la supresión de los mismos en cuanto se abriera el debate sobre la reforma constitucional. A lo cual contestó el portavoz de los regionalistas en Navarra unas horas después diciendo que UPN rompería el pacto con Ciudadanos si se diese esa circunstancia. Y a su vez Ciudadanos volvió a desmentir a Garicano y confirmar que se mantenía lo firmado. ¿Cabe cachondeo mayor?, ¿con qué cara se puede defender ante los ciudadanos un acuerdo que uno de los firmantes anuncia que va a incumplir y otro amenaza con romper solo 24 horas después de firmarlo?
Todo este espectáculo lamentable y cruce de acusaciones más la suma del partido Socialista de Navarra en la competición por ver quién defiende mejor el régimen foral, dio lugar a que el tema de los fueros fuera el único debate en los medios de comunicación como si aquello fuera la piedra sagrada de Navarra en torno a la cual gira la actualidad política. Resulta cómico como un sistema, que además de injusto con el resto de españoles, solo sirve para tapar la gestión política del gobierno de turno, se convierte en la única preocupación de los navarros. ¿Qué hay del paro, la sanidad, la vivienda y otros tantos problemas que tenemos los navarros al igual que el resto de españoles? ¿Creemos que por tener un sistema privilegiado Navarra se salvará como una isla, aunque el resto del país se hunda? Hombre ya somos un poco mayorcitos para darnos cuenta de esto, pero es hora de que alguien nos descubra que los fueros son los padres.
Por otra parte, es gracioso ver cómo los políticos de estas comunidades autónomas se aferran a la defensa de esos regímenes fiscales mientras afirman que éstos no solo no son privilegios, sino que son solidarios con el resto de España. Nunca antes había visto tal apego por la solidaridad en nuestra clase política. Por no hablar de las ocurrencias del buenismo patológico cuando abogan por extender dicho sistema al resto de comunidades autónomas, como si eso fuera posible.
En fin, dicen sus firmantes que el propósito de la coalición UPN-PP-C’s es defender a España y echar al nacionalismo del gobierno de Navarra. Pero resulta que el único contenido político que conocemos, más allá del reparto de los costes de campaña y de puestos en las listas, es el de defender el régimen foral de Navarra. Es decir, el único punto claro de la coalición contra el nacionalismo vasco es la defensa a ultranza del nacionalismo “light” bajo en grasas a la navarra. Curiosa manera de defender la igualdad entre españoles.
Pero el verdadero drama de todo esto es que, si miras al otro lado, encuentras a una supuesta izquierda progresista, el Partido Socialista, que lejos de aprovechar las circunstancias de esta coalición para mostrar su postura a favor de la igualdad de los ciudadanos, se enroca en el discurso identitario más rancio y pretende competir con la derecha en la defensa de regímenes feudales que establecen diferencias entre ciudadanos de un mismo país según el lugar de residencia de cada uno. Y mucho más grave aún, un Partido Socialista que ha renunciado a defender la democracia y la Constitución Española frente a quienes hoy en día las están poniendo en juego.
