Acabábamos el mes de marzo con una noticia de las que te da que pensar. Ignacio Galán, Presidente de Iberdrola, una de las 10 mayores empresas eléctricas a nivel mundial, nos regalaba el siguiente titular: “Las nucleares son deficitarias”. Iberdrola sabe de qué habla, ya que gestiona 3.400 MW de potencia nuclear.
El cuñado energético es reconocible por decir que la nueva nuclear es más barata que la nueva energía renovable
Esto ha sido un torpedo directo a la línea de flotación del cuñado energético. El cuñado energético es reconocible por haberse creído que la fotovoltaica producía por la noche, por decir que la nueva nuclear es más barata que la nueva energía renovable o que las nucleares no reciben subvenciones. Por ponernos en órbita, uno de los nuevos proyectos nucleares que se ha previsto en la antigua Unión Europea ha sido el de Hinkley Point, Inglaterra. Se trata de una central nuclear de 3.200 MW de potencia que construirá EDF por 19.000.000.000 €, aunque la propia EDF reconoce que a lo mejor el coste asciende un poco, hasta 41.000.000.000 € en el peor de los casos. No obstante, EDF se compromete a entregar electricidad barata al mercado a 110 €/MWh, al doble del precio actual, durante los próximos 35 años con actualización anual de precios (los 110 €/MWh son precios de 2012, lo que equivale a 119 €/MWh de 2017).
Cuando se proyecta una central nuclear no se informa de los costes asociados a su desmantelamiento (unos 435.000.000 € de media por cada central según la Agencia Internacional de la Energía), ni mucho menos los costes que puede causar un accidente como Chernóbil (cuya factura va por 280.000.000.000 € y siguen aumentado desde el núcleo explotara en abril de 1986) o Fukushima (con una factura estimada de 583.000.000.000 €).
Más aún, además de estos costes, debemos prever qué hacer con los residuos que genera la energía nuclear. Es cierto que la energía nuclear no genera gases de efecto invernadero, por eso algunos autores la consideran una “energía limpia”, pero bien es cierto que el uranio, una vez deja de ser combustible útil para la central, debe ser almacenado por múltiples motivos: ambientales, sanitarios y de seguridad nacional, entre otros. Para esto se crean los cementerios nucleares, lugares controlados donde depositar los residuos hasta que los isótopos radioactivos dejen de tener actividad, entre decenas y miles de años dependiendo del tipo de residuo. España genera unas 1.700 toneladas anuales de residuos nucleares. Para dejar de pagar a Francia por ser nuestro vertedero nuclear, el Gobierno ha previsto que sea Villar de Cañas, Cuenca, el lugar donde tener metidos entre bloques de hormigón las barras de uranio por el módico precio de 1.000.000.000 €.
A precios de hoy, instalar la misma potencia que Hinkley Point en fotovoltaica costaría unos 3.200.000.000 € (un 83% menos), pudiendo vender electricidad a 55 €/MWh, mientras que instalando eólica supondría un coste de 4.200.000.000 € (un 78% menos), pudiendo vender electricidad a unos 65 €/MWh.
La política energética nacional lleva desde 2011 sufriendo el inmovilismo rajoyano
La política energética nacional lleva desde 2011 sufriendo el inmovilismo rajoyano. Como bien señalaba Alfonso Sopeña, España no tiene un Plan Energético Nacional a largo plazo ni siquiera una visión borrosa. Las 7 centrales nucleares operativas en España se construyeron en los años 80 y sus licencias de explotación vencen a lo largo de la siguiente década, sin visos de ser extendidas. Esto supone un problema, pues la energía nuclear constituye el 21% de la generación eléctrica en el país.
De las 10 centrales nucleares que llegamos a tener activas en territorio nacional, 2 han echado el cierre: Vandellós I por un incendio y Zorita por su antigüedad. Por su parte, Garoña (466 MW de potencia) lleva parada desde 2012 y sus dos propietarios (Endesa e Iberdrola) no se ponen de acuerdo en el cierre. No se ponen de acuerdo porque Iberdrola dice que la operación de la central nuclear no es rentable y Endesa dice todo lo contrario. Lo que sí anda más claro es lo que costaría volver a ponerla en funcionamiento, 205.000.000 €, y lo que costaría desmantelarla, 106.000.000 €.
No podemos depender de los vaivenes del oligopolio que controla las plantas nucleares y de combustibles fósiles en España. Adelantémonos al futuro, planifiquemos qué energía va a consumir España en los próximos 20 años, cómo la vamos a producir y, sobre todo, acabemos con el oligopolio oscuro y torticero que nos impide aprovechar nuestros recursos naturales.
Ahora es el momento de abrir el debate del Plan Energético Nacional, donde ni la nuclear ni los combustibles fósiles serán necesarios, aprovechemos la constante bajada de costes en los módulos y turbinas, el aumento de la eficiencia de las células fotovoltaicas y las baterías, el desarrollo de los contratos bilaterales (PPAs) de compraventa de energía entre consumidor y productor, la mejora de las interconexiones con Portugal, Marruecos y Francia, el autoconsumo, la generación distribuida con las power walls y la tecnología blockchain.
Me temo que España no tiene un Plan Energético Nacional como no tiene un Plan Hidrológico Nacional (cuyo interesante trasvase del Ebro fue laminado por ese conocido estadista). Y no tenemos porque tendríamos que tener antes esa España, cada vez con peor salud.
Y respecto a la energía la verdad es que es un tema apasionante. Yo soy de los optimistas que creen que la tendencia es que vayamos aprovechando más y más las renovables (me imagino por ejemplo las azoteas de las ciudades llenas de molinillos y placas, y los coches eléctricos cargados en los garajes con pilas solares Tesla) .
Ahora bien muchas personas gente (excluídos por tanto los fundamentalistas) consideran que es importante tener una base de energía nuclear, que es permanente y estable, para cubir las diferencias de las renovables (temporadas de poco viento, poco sol)
Y respecto a Garoña Endesa quiere mantenerla e Iberdrola no. No parece muy lógica esta divergencia, más bien algunos pensamos que quien habla de cierre no es tanto Iberdrola como el Pnv, eso de tener una central española cerca de su territorio, en el precioso valle burgalés de Tobalina…
Seguramente una concesión más en esta ristra interminable que parece que vamos a pagar a cambio de su apoyo a los Presupuestos 2017, cosas que por lo visto debemos a esa gente por su hecho diferencial etarra (no se me ocurre otro motivo).
Saludos