La voladura de la Constitucion - Jorge Valencia

Corren tiempos negros para todos los que defendemos la libertad y la igualdad de los ciudadanos. Diré más, corren tiempos críticos para los que defendemos la democracia.

La Constitución española de 1978, nacida de la ejemplar transición de la dictadura franquista a la democracia y modelo a seguir para el resto del mundo, nunca ha estado exenta de amenazas. La Carta Magna que ha garantizado el período más largo de paz y convivencia entre españoles siempre ha tenido enemigos, por ejemplo, la banda terrorista ETA, que asesinó a 43 personas durante la dictadura y a 786 durante la democracia, o mejor dicho, contra la democracia, en el período de tiempo en el que ya estaba en vigor la Constitución. Y por supuesto los representantes políticos de la banda terrorista en las instituciones.

También lo son quienes fueron en un principio supuestamente leales a la Constitución a cambio de obtener privilegios y un trato favorable en un chantaje permanente a los diferentes gobiernos centrales, y hoy se han pasado al lado de quienes quieren destruirla, perpetrando un golpe de Estado en Cataluña.

hoy la amenaza al orden constitucional es mayor que cuando ETA mataba. Y lo es porque cuando ETA mataba el PSOE estaba del lado de la ley y la democracia y hoy lo está del lado de los delincuentes que pretenden cargársela

Resumiendo, todos los enemigos de la Constitución española, son hoy socios de Pedro Sánchez para formar gobierno. Por eso considero muy acertadas las palabras de Cayetana Álvarez de Toledo, que tanta polémica han levantado a pesar de expresar algo tan obvio como que hoy la amenaza al orden constitucional es mayor que cuando ETA mataba. Y lo es porque cuando ETA mataba el PSOE estaba del lado de la ley y la democracia y hoy lo está del lado de los delincuentes que pretenden cargársela. Los separatistas no son capaces de acabar con el orden constitucional si las principales fuerzas políticas se mantienen fieles en la defensa de la legalidad. Pero si una de ellas, que además gobierna España, traiciona sus valores y se pasa al lado del golpismo, estamos a un milímetro del precipicio. ¿Se imagina en cualquier otro país a un presidente negociando con delincuentes condenados por sedición el futuro gobierno del país?

Ya es hora de quitarnos la venda de los ojos. No es solo que el pacto de Sánchez con golpistas, proetarras y bolivarianos ponga en peligro el orden constitucional, es que es el mismo partido socialista quien ha decidido por voluntad propia cargarse la Constitución española y lo que ello representa. Es Iceta, con la bendición de Sánchez, quien afirma que ya es hora de reconocer a Cataluña como “nación” y que hay que acabar con “las interferencias del Estado” en Cataluña. ¿Qué es lo que Iceta considera “interferencia” del Estado en Cataluña? Cataluña no es un ente ajeno a España, es parte de España y cualquier intervención del Estado en Cataluña es perfectamente justificada para defender la ley y proteger a los ciudadanos catalanes de un gobierno despótico cuando éste delinque o atropella la legalidad y sus derechos básicos.

La mecha de la carga con la que pretenden tumbar la Constitución ya se ha prendido. Y lo ha hecho el Partido Socialista Obrero Español, no nos confundamos. O logramos apagarla en el último momento o la Constitución española volará en mil pedazos (o naciones, las que le salgan finalmente al recientemente reelegido presidente del PSC).

Y cuidado, pues lo que venga después no tendrá nada de democrático. ¿O creen ustedes que quien incumple la legalidad, desacata sentencias y atropella los derechos de sus conciudadanos para lograr sus objetivos políticos instaurará tras ello un régimen democrático? No es costumbre constituir un sistema democrático tras dar un golpe de Estado, de lo que conocemos hasta la fecha. Si eso es lo que los españoles deseamos, es sencillo, basta con seguir de brazos cruzados mientras el Partido Socialista destroza de la mano de sus socios el legado de la transición, y lamentarnos si acaso después de lo que ya no tiene remedio.

Por eso es hora de que nos rebelemos ante tal atropello de nuestros derechos como ciudadanos, de que perdamos el miedo a que nos encasillen o nos califiquen, de que cada uno hagamos pedagogía democrática en nuestro pequeño círculo, de que nos neguemos a tragar lo que se traen entre manos. Es la hora de que todos los ciudadanos de bien que defendemos los valores democráticos y constitucionales, de cualquier ideología, salgamos juntos a la calle a manifestarnos contra la tropelía que están a punto de perpetrar el Partido Socialista y sus socios condenados por sedición.

Nos jugamos el gran triunfo que se conquistó con la Constitución española, expresado en su artículo primero. Esto es, que “la soberanía reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado” y no en la tiranía despótica de turno.

Desde luego, los que amamos la libertad y la democracia vamos a defenderla hasta el final de cualquier tiranía y totalitarismo que la amenace. Y por supuesto, siempre nos quedará una facultad que nadie podrá arrebatarnos: la de negar nuestro consentimiento.

Ingeniero mecánico trabajando en Berlín en el sector de la automoción - Colaborador habitual del diario digital navarra.com